Ser autónomo en España

Las motivaciones que mueven a una persona ser autónomo en España son diversas. Desde la búsqueda de autoempleo, el emprendimiento, la obligación impuesta por una empresa para poder trabajar con ellos.

Un autónomo es una persona física que lleva a cabo una actividad económica por cuenta propia, de forma recurrente y directa, por la que se emiten facturas y se cotiza a la Seguridad Social. El autónomo trata directamente con sus clientes y les presta un servicio y/o productos. Todo esto implica que tenga que cotizar y declarar una serie de impuestos que un trabajador por cuenta ajena no tiene que afrontar.

Si decidimos dar el paso como autónomos, podemos encontrarnos muchas piedras en el camino, pero también muchas satisfacciones profesionales. Desgraciadamente, las políticas fiscales y tributarias actuales de nuestro país no facilitan los trámites que un autónomo tiene que realizar, tanto para darse de alta como para su gestión diaria. Más del 90% de negocios no superan los primeros cinco años de vida, debido sobre todo a problemas económicos y de financiación.

Pero los autónomos también tienen una serie de ventajas frente a las empresas, por eso es importante seguir una serie de consejos que les ayudarán en su gestión diaria.

Pros y contras de ser autónomo en España

Cada autónomo emprende su proyecto para cumplir una serie de aspiraciones o metas.

Entre los pros más comunes de ser autónomo se encuentran la independencia y libertad a la hora de trabajar, o el poder dedicarse a esa profesión que siempre se había soñado.

A continuación, las ventajas más significativas de ser autónomo en España:

Un autónomo es mucho más versátil que una empresa, ya que su margen de maniobra es mucho mayor, pudiendo cambiar rápidamente de estrategia, servicio ofrecido, etc., en función de las circunstancias.
El autónomo tiene capacidad de autogestión y flexibilidad horaria, es su propio jefe y por lo tanto puede organizar sus propias tareas y horarios.
Gran parte de los autónomos realizan teletrabajo, no siendo necesario disponer de una oficina.
Llevar a cabo una idea de negocio con muy poca inversión. Un autónomo no tiene que aportar apenas capital para sacar adelante un negocio propio, ya que para ello no será necesario constituir una empresa.

Pero como hemos comentado anteriormente, los autónomos se enfrentan a una serie de problemas similares a los de muchas pymes, con la diferencia de que estos problemas se ven incrementados por su mayor aislamiento y su menor acceso a recursos financieros, humanos y tecnológicos.

Algunas de las desventajas de ser autónomo más significativas son las siguientes:

Continuos cambios de legislación en la materia, lo que dificulta la gestión diaria del negocio.
Normativas confusas y complejas. La mayor parte de los autónomos saben de su negocio, pero carecen de los conocimientos legales como para entender el vocabulario de gran parte de la normativa que les afecta.
Problemas económicos y financieros. Los problemas en la financiación son los culpables de casi el 75% de las bajas en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Entre estos problemas destacan por ejemplo, la dificultad de acceso a la financiación bancaria o a inversiones privadas, la morosidad, la obligación de tener que adelantar el IVA no cobrado, o la cuota de autónomos que muchas veces no se llega a cubrir con los ingresos.
Formación insuficiente. Muchos profesionales autónomos carecen del tiempo necesario para formarse y reciclarse profesionalmente al tener que dedicarse por completo a sus respectivos negocios.
Bajo nivel de digitalización. Este se debe en gran parte a la carencia de conocimientos, de tiempo para formarse y de recursos financieros.
Dificultad en la gestión administrativa. Para la mayor parte de los autónomos la gestión administrativa de su negocio es una tarea compleja que habitualmente tienen que delegar en asesorías externas.

Algunos consejos para ser autónomo en España

Para evitar fracasar es importante que sigamos una serie de consejos para ser autónomo en España y que en muchas ocasiones no se tienen en cuenta:

Disponer de colaboradores especializados. Es fundamental tener colaboradores especializados y cualificados que nos puedan ayudar en los ámbitos en los que no tenemos conocimientos. Un autónomo es experto en su negocio, pero no en otras áreas en las que tiene también que trabajar, como por ejemplo es el caso de la contabilidad, las finanzas, la tecnología, la fiscalidad, etc.
Capacidad de adaptación. El entorno de un autónomo está en constante cambio, por lo que es fundamental que éste tenga una gran capacidad de adaptación. Deberá tener la flexibilidad para cambiar en el mismo momento que cambien las circunstancias del entorno y del mercado.
Digitalización. Actualmente los autónomos cuentan con diversas ayudas para la digitalización total de sus negocios. Es esencial que un autónomo utilice la tecnología al igual que las empresas, para de esta forma poder ser competitivo.
Correcta estrategia de Marketing y Ventas. Este es un aspecto al cual la gran mayoría de los autónomos no prestan la suficiente atención, ya que consideran que no es importante, lo que es un grave error.
Diferenciación. Es muy importante que el autónomo intente siempre diferenciarse de su competencia y que ofrezca un producto o servicio que satisfaga una necesidad concreta.
Perseverancia. El autónomo tiene que ser consciente de que los comienzos son duros y de que se va a encontrar con muchos baches y piedras por el camino, lo que harán que flaquee sus fuerzas de vez en cuando. Por este motivo el autónomo debe ser incansable, saber levantarse tras la caída, e intentar mantener siempre la fuerza y la ilusión.

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