Si te estás planteando implementar una solución ERP en tu negocio, seguro que estás sobrecargado con tanta información de cada tipo de producto que ofrece el mercado.
Uno de los puntos más importantes a la hora de elegir una solución ERP, es decidir qué tipo de implantación se va a realizar: ¿Cloud o Desktop? (en la nube o en servidores locales).
Este año ha estado marcado por la consolidación de los servicios en la nube, pero antes de decantarse por una solución, debemos conocer los detalles propios de cada implantación. Conocer sus características y particularidades que nos ayudarán a comprender cómo va a ser la forma de trabajar con el ERP.
Un ERP cloud, en la nube o también es conocido por SaaS o Software As a Service, no se aloja en el servidor del usuario y su acceso es posible desde Internet.
Los datos, a diferencia de un ERP Desktop, se alojan en servidores remotos, de forma que se puede acceder a ellos desde cualquier lugar. Un ERP Cloud proporciona más movilidad a los negocios, ya que pueden acceder desde cualquier lugar y en cualquier momento.
En los últimos años, los ERP Cloud se han convertido en una de las soluciones más comunes en distintos sectores.
En este caso, la implantación de un ERP Desktop, se instala localmente, en los servidores del usuario. Antes de la aparición de la nube, este era el formato de soluciones de gestión empresarial más extendido y empleado.
Con este modelo de implantación, la empresa tiene el control sobre el servidor y sobre el ERP. Será responsable de su mantenimiento y de la gestión del software.
Para la instalación local se necesita un equipo experto en IT, ya que la empresa será la responsable de su puesta en marcha. En ocasiones, la implementación de un ERP Desktop, puede llevar asociados costes adicionales (alojamiento, infraestructuras, un equipo externo para su instalación...).
La principal diferencia de las soluciones Cloud y Desktop está muy clara:
A continuación vamos a conocer las diferencias fundamentales entre estas 2 soluciones:
Como inversión inicial, se afronta la migración de datos y los costes de programación necesarios para ajustar el software, fundamentalmente. Esta inversión suele ser menor que cuando se implementa un ERP Desktop, ya que no se tiene que invertir en infraestructuras. Se puede acceder simplemente a partir de Internet.
En cuanto a los pagos, se basan en un modelo de suscripción de tipo pago por uso.
Al implantar un software on-premise se afronta una inversión para adquirir el ERP pero también el hardware necesario y el coste de su implantación. Si no se dispone de un equipo experto en IT, el coste de contratar uno también se asumiría. Esto puede hacer que los costes iniciales sean más altos que si se adquiere un ERP Cloud.
Los costes de esta solución se basan en la realización de la inversión inicial, en el coste del mantenimiento de infraestructuras y licencias, lo que puede encarecer este tipo de soluciones frente a las alojadas en la nube. Sin embargo, todo depende del proyecto del que se trate, ya que si es a largo plazo, puede resultar más rentable.
El ERP se aloja en servidores externos, en los servidores del proveedor del servicio. No se necesitan infraestructuras IT adicionales por lo que la implementación suele ser más rápida que en el caso de un ERP Desktop. También se necesita una inversión inicial menor que en el caso de los ERP Desktop.
Se puede acceder a través de Internet, en cualquier momento y lugar.
En este caso, la implementación suele ser más lenta, ya que la empresa cuenta con sus propias infraestructuras y espacio para alojarlo, que también deben de configurar para su puesta en marcha. Se puede conseguir una mayor personalización, pero esto supone un mayor tiempo de implementación.
La empresa tiene el control sobre la implantación del ERP. Se instala de manera local en los ordenadores y servidores propios.
El proveedor del servicio es el encargado de la seguridad de la solución.
Los proveedores de estas soluciones suelen tener expertos y medidas de seguridad estrictas. Sin embargo, hay que valorar bien el proveedor con el que se trabaja y las garantías que ofrece.
En el caso de estas soluciones, los datos están en la empresa por lo que la propia organización (mediante su equipo de TI o equipos externos) es la responsable de la seguridad. Esto puede ser positivo o negativo en función de los recursos de los que se disponga (capacidad del equipo interno, recursos, disponibilidad...). También dependerá del backup contratado.
Puedes acceder a la nube mediante los datos de la empresa, con cualquier dispositivo móvil en cualquier lugar y en cualquier momento, siempre y cuando haya conexión a Internet. Los servicios Cloud garantizan una movilidad total. Las aplicaciones en las instalaciones necesitan ser configuradas.
Estas soluciones permiten acceder a los datos e información de la empresa incluso si no hay Internet. Se tiene un mayor control sobre el sistema.
Normalmente es el proveedor el que suele avisar de las actualizaciones y de llevarlas a cabo.
El proveedor es el encargado de gestionar todas las actualizaciones de manera periódica. Puede ser una garantía de estar utilizando un ERP actualizado.
En este caso, el equipo responsable de IT se hará cargo de las actualizaciones del software. Puede existir el riesgo de que el equipo tenga que instalar de nuevo todas las configuraciones previas a la actualización. Esto puede ser bastante costoso y es la causa por la que algunas empresas siguen trabajando con software obsoleto.
¡Estás en el sitio indicado! Ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de asesorarte en todo lo necesario para la elección e implementación de tu ERP.